jueves, 7 de octubre de 2010

hombre de rostro pintado

Bebo y me hundo en tu paladar enchido de nostalgias...
Me apresuro a buscarte la voz y me voy, con el vaivén que marcan tus pulseras, y con el paso agigantado que damos cada vez que salen a bailar los Orishas.
Pierdo la noción del tiempo y te sigo la marcha acompasada a tu vuelo firme y tosco, a tu risa, a tus manos rodeándome el vientre y al sonido de tu canto ladeando mi garganta.


Bebo, bebo y te recibo, hoy sí, y te vas acercando desde el tumulto de los niños a la turbulenta forma en que se amolda tu rostro de diablo triste al rubor de mi sexo, al rubor de mi seno, al éxtasis total de verme dándote mi lábil figura horadada de engaños...


((Traeme el cielo -te dije- que yo te alcanzaré mi plegaria de niña huérfana, de niña mezcla de niña y madre...))


No te apagues ante el círculo de roncas muertes, que no es sólo de hoy el espanto por lo estéril del viento. No te apagues.
Bebe con mi sal en sangre, pequeño gran hombre de rostro pintado, bebe con mi sal...




::

6 comentarios:

  1. Sos inclasificable. Eso hace genial tu escritura. Lo festejo. Me gusta leerte.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Leo!! qué bello sentir el paso del viento norte por acá.
    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  3. jaja sísí... esto pasa cuando uno busca romper todo lo que se lleva guardado...blabla

    ResponderEliminar
  4. Tiene partes muy intensas este textito Jesu, estuvo bueno navegarlas... Abrazo!

    ResponderEliminar
  5. J!!! gracias por pasarte.
    Espero verte y leerte más seguido :)
    me gusta lo tuyo
    un abrazo!!!

    ResponderEliminar

preparados, listos, ya