Después vi que un hijo se me crecía, se me esparcía y me ocupaba las costillas, me dejaba sin aire; era un hijo grueso, espeso, era un hijo con nombre plástico, con cuero elástico con partes manchadas.
Le vi la cara, era un hijo agrietado con ojo cansado con cuello ancho, era un hijo de nadie, pero era un hijo tuyo y a la vez, lo cargaba un poco más pesado dentro de esta piel rajada.
Lo conversaba conmigo mientras lo lloraba.
Qué impresionante... yo también he tenido sueños con hijos en mi vientre, y algunos muy difíciles...
ResponderEliminarAbrazos, y besos.
un hijo cansado del mundo antes de nacer quizas?
ResponderEliminarsí. y un hijo no amado
ResponderEliminargracias maritza
gracias querido patas de oso :)