jueves, 12 de enero de 2012

cuna de barco

Él tomó impensadamente las uñas los dedos las pestañas, y armó un barquito de papel que sólo nadaba a mar  abierto por los salitrales. Desató las ropas pesadas se embarcó en la desnudez arremetida, en las hojas escamosas que coleaban livianas por entre el pastizal blanco.
Ancló en el centro de las vertientes esperando el turbulento arribo de peces extraños que llegarían a saltar del gozo, cerca de las cejas las barbillas y las salivas de papel de barco, impaciente, indicioso.
Se inmovilizó, hizo juramentos, y rompió el agua para respirar dentro.
.
.
.
.

4 comentarios:

preparados, listos, ya